El Callejón de los lavanderos es un lugar particular de Milán. La mayor parte de los clientes me piden realizar visitas guiadas por Milán clásicas, pero algunos desean visitas particulares para ver cosas diferentes, en zonas fuera del centro.
Una de las visitas guiadas que propongo es por los Navigli de Milán (canales de agua). Una zona de diversión nocturna en que mesitas invaden las calles, las luces artificiales reflejan el agua que corre imperturbable y miles de personas se entretienen.
Una de las etapas obligadas de esta visita es la del callejón de los lavanderos (Vicolo dei Lavandai). En Milán es uno de los lugares más característicos, a tal punto que se ha transformado en monumento nacional, donde se encuentran todavía las antiguas lavanderías cubiertas con techos de madera.
Allí lavanderos al principio y más tarde también lavanderas lavaban la ropa con el agua del canal proveniente de la dársena Usaban, para fregar, una tabla de madera llamada “brellin”. De aquí toma el nombre uno de los famosos e históricos restaurantes de la zona, El Brellin.
Asomado al callejón de los lavanderos, una vez en sus locales había un suministrador de jabón, cepillos y agua caliente para proveer a los lavanderos o lavanderas de lo necesario destinado a la operación de lavado de la ropa.
Hoy el restaurante ofrece, entre otros, los platos típicos de la comida milanesa. De verano es posible sentarse a comer de frente a este callejón.
Zona Navigli con el Callejón de los lavanderos
En la famosa de la zona Navigli hay la costumbre, por la tarde, de tomar el famoso “Happy Hour” (tapas o picaditas y un trago para pasar un rato con la familia o con los amigos).
Caminando a lo largo de la calle Alzaia Naviglio Grande, se observan lugares suspendidos en el tiempo que recuerden antaño y el callejón de los lavanderos es uno de los símbolos por excelencia.
Muchas sorpresas aguardan al visitante en esta área, en la espera de ser descubierta.
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